Estar en un escenario circular de unos dos metros, yo en el centro desnuda. A mi alrededor, casi a media luz, hombres de mi historia también desnudos, todas sus miradas sobre mí. Nadie hablaba pero con las miradas nos decíamos muchas cosas.
Unos ya estaban a media vuelta listos para salir, como si esperaran que les fijara la mirada para despedirse y salir definitivamente de mi vida. Había uno especialmente bravo, temí que se abalanzara sobre mi, pero en el fondo sabia que estaba a salvo, que nadie se acercaría a menos que fuera llamado. Vi entre los demás miradas de deseo, expectación y decepción. Los reconocí a todos, algunos reales que jugaron papeles en mi vida, otros del material de mis sueños, mis hombres ideales…los ensamblados.
De repente me sentí muy desnuda, mire con curiosidad mi cuerpo y medite sobre las cicatrices y las heridas que en él había. Vi que me habían sacado el corazón, una gran cicatriz en mi pecho lo evidenciaba, vi al culpable entre los indiferentes, vi en su cuerpo una herida igual, -cuanto nos quisimos, cuanto daño nos hicimos-pensé con tristeza.
Repasé cada marca y les otorgué dueño, después mire los cuerpos de los hombres y vi las heridas que yo les había efectuado, en silencio les pedí perdón, vi que el que estaba furioso aun sangraba….pensé hablarle pero sabia que no debía. Cuando terminé de contar mis heridas, me encendí con una sutil llama azul, y como si fuera una figura de cera a fuego lento, mi piel comenzó a tensarse, desaparecían todas las marcas exponiendo una nueva piel, libre de imperfecciones pero de aspecto muy delicado.
De repente no lo soporte más y quise vestirme, quería proteger la nueva piel. Sabia que estaba en un sueño, así que desee ropa. De la nada salió en un vestier antiguo, había toda clase de ropa, sobre todo vestidos de damas antiguas. Entre todo encontré una armadura, pensé que debería ponérmela pero inmediatamente pensé que le quitaría libertad a mis movimientos, sopese los pros y contras y no logré decidirme. Me eche a llorar desesperada sin saber que hacer, de repente me decidí, no valía la pena protegerme si esa armadura no me permitía nadar, tan solo tocar el mar me ahogaría sin remedio….no pude pagar ese precio, así que volví desnuda al escenario.
De un momento a otro el mas perfecto de mis hombres imaginados comenzó a sonreírme, ese era mi mejor y mas anhelado sueño, de tez bronceada, con olor a mar, con la mejor edad, con un cuerpo de atleta griego y ojos de gato, el del alma mas noble que me extendía su mano y me pedía cercanía. ¿¿Existes?? Pensé con terror, ¿¿y me quieres a tu lado???...de repente fue demasiado, me llene de pánico, quise ignorarlo pero me fue imposible. El miedo recorría mi cuerpo como una ola, si esto no resultaba este hombre mas que cualquier otro del escenario me podría dañar, no solo mi nueva piel, este ser podía partirme en dos como cuchillo caliente en mantequilla.
Y aunque el miedo fue mucho, aunque todas las alarmas se dispararon al unísono, no pude evitarlo, debería aprender a no sacar las uñas antes de tiempo y a dejarme invadir, ya nada podía hacer, porque para cuando había pensado mejor las cosas el ya estaba a mi lado pasado sus suaves manos por mi piel. Con la voz entrecortada lo único que atine a decirle fue -estoy lista-.
Soñandote pasé estos últimos años
Repasándote en mis noches mejoré malos días,
Caminando tus sueños, recorría los míos,
Te esperaba sin esperarte
Te quería sin quererte
Te deseaba sin anhelo alguno de encontrarte
Pues la realidad el sueño parte
Y si ya no haces parte del mundo imaginado
Y a este desalmado suelo llegas
Que será de mi perdiéndote???
Partirías mis duermevelas en dos
Ya no seria capaz de soñarte, pues estas aquí
Tendría que amarte en este plano de verdad
Tendría que mantenerte interesado en mi sol
Tendría que pelear para no pelear lo que no ha de ser peleado
Me mantendrías en expectación, abrumada de mi extraña suerte
Por qué fue que te escapaste de mis sueños?
Por qué fue que viniste a amarme en el día, y en la noche y en los medios días?
Por qué es que nos da tanto miedo pronunciar las palabras que ya sabemos?
Por qué fue que tantas veces las dijimos con vacíos ojos?
No se que carajos hacer contigo acá, yo que tan bien vivía contigo allá.
No se como abordarte ahora que no tengo cobijas con las cuales taparme
Y es que amarte esta fuera de toda proporción
Me matarías con una sola de tu palabras
Yo que tanto pelee por hacerme fuerte, me vuelvo un gatito torpe en tu cercanía
Se me enredan las palabras, equivoco caminos, duermo con los ojos abiertos
Yo sin sueños, invadida de tu realidad…llena, y completica de mar.
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