“Hace unos cuatro años me tatué un Triskel celta en mi tobillo, la idea era conmemorar un momento especial de mi vida, como es lógico, en su momento hice una ardua investigación del significado, pero ahora que el tiempo ha pasado su real significado terminó diluido, a veces cuando lo miro sólo veo un símbolo de unión, y me doy cuenta que ya no se lo que es. Y es por lo mismo que debí volver a investigar sobre su significado original, y bueno, he aquí lo que encontré.”
El triskel, o la espiral (posiblemente el símbolo espiritual más antiguo de la humanidad) son también símbolos estrechamente relacionados a la triqueta, es un símbolo tripartito compuesto de tres círculos y la espiral es un símbolo antiguo relacionado con el sol, la vida y la reencarnación donde el sol describe una espiral en sus movimientos cada tres meses; una espiral triple que representa nueve meses, reforzando la idea del útero (de la madre, de la tierra) como la naturaleza de la energía. El símbolo también hace pensar en la reencarnación que es arrastrada por en una línea continua, haciéndonos pensar en un movimiento continuo del tiempo. Triskeles son símbolos comunes en todo lo Céltico, sobre todo en lo relacionado la Diosa de la Madre (La Tierra) evocando la interrelaciones entre de existencia material - la tierra, el agua, el cielo y sus interrelaciones. Como amuleto o talismán son símbolos protectores, de fuerza y abundancia ya que invoca a las fuerzas ancestrales que funcionan y han seguido funcionando a lo largo de la historia, recibiendo su portador todo lo positivo que simboliza. Símbolo celta con las tres espirales en movimiento representa tres manifestaciones de Dios. En la cultura celta los Druidas eran los únicos que podían portar este símbolo sagrado (Upss, perdonarán el atrevimiento).
Son tres espirales que entran y salen en el círculo representando con estos dos sentidos de giro la dualidad de las fuerzas que están en permanente interacción en la naturaleza y por su número (el tres), el equilibrio. El número de elementos que lo conforman es de de nueve (dos veces tres espirales y tres círculos interiores) más el circulo exterior conforman el diez, el número perfecto. El círculo exterior tiene la doble cualidad de representar la totalidad y al tener inicio y fin es equivalente al uroboro, la serpiente que se muerde la cola y que está en renovación permanente.
Para más antecedentes un trozo de El Libro de los Celtas de Pedro Palao Pons:
Son tres espirales que entran y salen en el círculo representando con estos dos sentidos de giro la dualidad de las fuerzas que están en permanente interacción en la naturaleza y por su número (el tres), el equilibrio. El número de elementos que lo conforman es de de nueve (dos veces tres espirales y tres círculos interiores) más el circulo exterior conforman el diez, el número perfecto. El círculo exterior tiene la doble cualidad de representar la totalidad y al tener inicio y fin es equivalente al uroboro, la serpiente que se muerde la cola y que está en renovación permanente.
Para más antecedentes un trozo de El Libro de los Celtas de Pedro Palao Pons:
"Trískel círculo divino”
El trískel manifiesta el principio y el fin, la eterna evolución y el perpetuo aprendizaje. Dado que representa a las tres espirales en movimiento que no son sino las tres manifestaciones de Dios, ser portador del trískel, es tanto como ser un conductor de Dios. Los druidas, que eran los únicos que podían ostentar el sagrado símbolo de la divinidad, eran pues pequeños dioses andantes, templos vivientes en definitiva que albergaban y portaban sobre su pecho las tres esencias de la divinidad. Pero el trískel no era solamente una forma de llamar al orden o de ostentar el poder. Era una herramienta mágica, religiosa y conductista hacia los mundos ancestrales. Desde el punto de vista mágico el trískel es un talismán y según las leyendas puede obrar la curación quitar la fiebre aliviar heridas (¡A carajo!, sin saberlo me he ahorrado una cantidad de dinero en acetaminofén) y, como no, ser de gran ayuda para conducir a las almas de los difuntos ante la presencia de sus antepasados. Desde el punto de vista espiritual el trískel servía para dar paz de espíritu y estado de ánimo a aquellos que lo tocaban al tiempo que invocaban a sus dioses. El druida ha esperado durante mucho tiempo para tener sobre su pecho este elemento de culto y sabe que con la hoz, la vara, la virita, el caldero y el muérdago forma equipo de trabajo. Desde una perspectiva adivinatoria y trascendental el triskel será la puerta que se abre para entrar en el plano energético de los dioses. Los druidas meditaban mirando al triskel, lo reproducían en sus claros de bosque y lo grababan en las piedras y en las cortezas de los árboles. El trískel les permitía entrar en estados alterados de conciencia. El giro de los brazos rematados con esferas era el detonante capaz de lograr el desapego de lo material alcanzando así la trascendencia. La verdad es que solo hace falta relajarse y observar un triskel para a lograr un estadio de tranquilidad y paz interior (¿todo eso con sólo quitarse el zapato?). Si a todo esto le añadimos la ingesta de determinadas sustancias, seguramente alucinógenas, es muy fácil entender que los druidas viajaban al mundo de los espíritus con sólo ver o tocar su trískel (ha ok…).
Ahora que terminé esta mini investigación miro mi tatuaje con otros ojos, espero ya no olvidar lo que en principio fue su significado y función, aunque también se que las cosas terminan teñidas con el alma y los recuerdos que dichas cosas nos evocan, y es por eso que a veces las cosas que yo veo, no las entiendo sino yo, no las siento sino yo, y no las amo sino yo.