martes, 16 de diciembre de 2008

"VICIOS, MAÑAS Y DEMÁS"



-Cocinar tomando cerveza o vino, y si estoy sola poner música a todo volumen y dejar que el aceite de oliva se mezcle con mis conciertos imaginarios.

-Meter el dedo en la crema de las tortas, desde niña no puedo evitarlo y ya grande deje de negarlo, ahora sonrío al anfitrión.

-No bañarme los domingos, a menos que deba salir de la casa, cosa que tampoco es de mí agrado ese día.

-Leer en las noches, antes lo hacía con la excusa de espantar el insomnio, ahora se que leer es uno de los causantes, a menos que el libro sea un ladrillo, esos si me funden en minutos.

-Comerme los cueritos de las manos, es horrible…pero no hay “poder humano” que logre evitarlo.

-Reírme duro, o mejor aturdidoramente, no es por nada, pero cada vez que suelto una carcajada y me miran desde las mesas vecinas, me da un no se que no se donde.

-No contar las vueltas, para cuando me acuerdo de hacerlo, he llegado a la casa.

-Dejar que mi cara lo diga todo, parezco una caricatura a la que le salen letreros.

-No creerle a ningún hombre, aunque pensándolo bien mi amigo Carlos se ha ganado mi entera credibilidad.

-Tomar más café que un presidente de la republica, y de eso estoy absolutamente segura.

-Arruncharme haciendo “candados” con el brazo del otro, me da pavor que se levante de la cama y yo no me despierte. Ahora que lo pienso, es bien raro.

-Mirar lo que no debo, se que no debo, se que no debo….pero al final la curiosidad me gana.

-Fumar, pero ese es un vicio demasiado común y corriente.

-Probar la lluvia, ni lo de la lluvia ácida logra evitarlo.

-Opinar sobre política dejando claro mis inclinaciones, no me importa si al frente mío hay 20 mil opositores.

-En general no quedarme callada cuando es debido, la prudencia fue algo que no nació conmigo.

-Pero mi mayor y más arraigado vicio está en un olor específico, le pertenece a alguien que vuela entre mis sueños, se alimenta de mi alma, me amarga y me hace reír al unísono. Le pertenece a un errante que a veces se acomoda en mi pelo, un alma llena de cucarachas que ha vuelto de mi vida una novela. Ese es un terrible vicio del que a veces quiero huir, a veces quiero que huya, al que a veces odio y a veces amo. Y es así.........toda una adición.

1 comentario:

Anónimo dijo...

se sente todo lo que escribes... llegas a transportar al lector con tus palabras
se espera que tus palabras lleguen muy lejos.
un admirador mas...
espero que no se caigan las techos..