domingo, 5 de junio de 2011

"LO COMPLEJO DE LO SIMPLE"


Cada vez que entro a este blog me da un no sé que no sé donde, me he prometido no cerrarlo porque verlo me disciplina a escribir, pero no llego a publicar la gran mayoría de cosas que escribo porque son muy mías y aburridas.

Y es que por fin mi vida personal ha dejado de ser interesante y a menos que se me dé por escribir sobre mi trabajo o como es ser madre soltera, la verdad que este espacio carece de total interés para el público en general. Al respecto diré con absoluta honestidad que no sé hacer mística ni misteriosa esta etapa de mi existencia y que aunque es a todas luces una de las más enriquecedoras, en términos literarios pues como que no aguanta en lo más mínimo.

Resumiendo, me levanto tipo 6:30 am, también los fines de semana, ya es una vaina que no puedo evitar, trabajo, estoy con mi hijo, y a las 9:00 pm ya no quiero saber de nada. Me tomo mi tiempo para leer, para escribir para caminar pero aparte de eso no hay nada mucho más interesante. Salgo de rumba en muy raras ocasiones y sé por experiencia que aun no estoy lista para volver al ruedo, me tomo la vida con calma y el amor con parsimonia. Me costó tanto llegar a este punto de simpleza que casi no me la creo, fue tan complicado darme cuenta que debía regresar a lo básico y ser línea recta después de haber sido un enmarañado ovillo. Ahora soy más ligera y ando menos cargada, miro desapasionadamente el pasado y deje de tener tantas expectativas en el futuro, respiro conscientemente y aprendí a meditar. Si antes pensaba mucho, ahora pienso mejor, y acepto con humildad mi infinita ignorancia por eso me consagro a estudiar, por ahora leo sobre el Zen y trato de fluir pero sé que fluiré cuando no piense en hacerlo. Y como tengo tanto afán por hacer algunas cosas, las hago más despacio, Bolívar tenía razón, al final llegamos cuando es debido solo a donde es necesario.

Parada donde estoy puedo decir que al fin he encontrado el punto medio de mi caos, aprendí también a hacerme absolutamente responsable de mis actos y de sus consecuencias, acepto mis limites pero a veces los desdibujo para no entrar en locuras, en otras ocasiones es inevitable pero ya se sopesar mis faltas y sé cuánto dura lo que dura, como que un mal de amores se toma un año aunque uno crea que es menos, que la muerte de un ser querido jamás se supera pero se aprende a vivir con ella, que los clavos no sacan nada pero si hacen más largos los duelos, que las lagrimas no deben evitarse, que los lobos muerden pero la culpa es de uno por meterles la mano, que los ninjas caen controlando con ciertos movimientos la energía cinética de tal manera que el impacto se disipa sin efectuar ruido ni daño. O sea que caerse es un arte, evitarlo un suplicio. También se que la vida me quiere, y que yo la amo con locura, que la pasión es otra cosa y que crecer poco tiene que ver con envejecer.

Pero lo más importante es que ya sé que a casi todas mis ideas aun les falta mucha montaña, pero que en su mayoría han retoñado de semillas sanas por lo que espero frutos fuertes.

Por hoy solo puedo decir que soy simplemente feliz dentro de mi simpleza y que al fin veo justificada tanta destrucción pasada porque como decía Kandinsky…. “Todos los procedimientos son sagrados si son interiormente necesarios. Todos los procedimientos son pecados si no se justifican por la necesidad interior.”

1 comentario:

Dreya eya dijo...

Me quede sin palabras. Llegaste a ese equilibrio que tanto le pedías al universo. La simplicidad puede tener cosas más valiosas que el caos y el drama. Te quiero y te admiro por ser la mujer que eres.