domingo, 29 de marzo de 2009

"DE VUELTA A CARACAS"

Me preparo para hacer lo que creí que no haria de nuevo, me prometí no volver a Caracas en el corto plazo, no porque no tenga su encanto, sino porque ahí pase un año donde me probé muchas cosas que no preví volver a testear, cosas que ya aprendí y quería dejar en el pasado. Pero lo cierto es que vuelvo... y eso que suelo cumplir con mis promesas, por ejemplo, hace 15 años me prometí no volver a comer carne, y salvo una excepción en Buenos Aires e cumplido con esa infantil determinación, o cómo hace dos meses cuando decidí que dejaría el cigarrillo y al no creer en las dejadas de a poco, lo corté de raíz.
Pero hay otras cosas en las que mi voluntad siempre ha flaqueado, y aunque ya no le corro, aun me persigue el temor de las emociones que despierta en mí, a pesar del miedo me he mantenido pegada a su olor por años, con él mi voluntad se asemeja a una prostituta.
Lo sé y no me importa, vuelvo a sus brazos con el mismo corazón sonriente de aquella primera Semana Santa, y regreso a conmemorarla, voy feliz pero me asusta tener que volver justamente a esa casa. En ella me veo con sentimientos encontrados, con rincones que fueron mios y un día abandone a su suerte, rincones que fueron ocupados y desocupados de nuevo, corazones rotos y una que otra lágrima, algunas mías, algunas ajenas.
Mi cocina, mis cuadros, algunos de mis libros, mis plantas, mi telescopio donde reencontré la luna, los pequeños adornos que por el mundo he ido juntando, y uno que otro secreto. Le temo a esa casa, tan mía y tan ajena, le temo a sus rincones y a sus nuevos olores, le temo profundamente a las huellas que dejé para que se diluyeran con el viento, las cosas que no me quise traer para poder seguir volando sin remordimientos.
Mentiría si dijera que no me importa volver a ese décimo piso, pues de alguna manera siento que irrumpo, siento que saco de ahi fantasmas y es mi deseo vivir con el mismo cuidado de un monje tibetano, me gustaría no pisar nunca una hormiga, ni tener que matar zancudos, me gustaría pensar que nadie sale herido por mi existencia, que en mí no hay dolor ajeno ni propio. Pero eso es sin duda una ilusión, cometo errores y mato muchos insectos en mi caminar descuidado, me confundo y actúo con imprudencia, me voy segura de seguir el camino y me devuelvo segura de nada, abriendo y cerrando ilusiones ajenas.
Pero ni modo...vuelvo, y está vez estoy dispuesta a cerrar ciclos, voy a reencontrar la playa, esta vez lo hago con la linda convicción de ir porque me da la gana y no por obligación, vuelvo a reencontrar el clima perfecto de sus calles, voy porque es necesario despedirme de todo lo bueno que aprendí, vuelvo porque no voy a seguir huyendo, voy a ponerle la cara a mis temores, porque ya casi acaba todo, porque ya casi reuno todos los trozos que dejé esparcidos durante mi explosión, vuelvo porque es necesario rellenarme de ti, que te rellenes de mí, no acá, sino justamente allá donde nos perdimos, donde no nos vimos más. Justamente en esa casa, a la que culpamos de tantas cosas.
Esperame Caracas..... que para allá es que voy.

sábado, 21 de marzo de 2009

"DE MARCHA EN MI CUMPLAÑOS"


Luces girando, música de todo tipo, copitas y tacones, la extravagancia de la magia inundando la noche.

Amigos, los infaltables, y uno que otro faltable, el show, los nuevos amores y los muy antiguos, la locura vívida y la risa, la imprescindible risa.

Maquillaje y conversaciones tontas, esas que el licor pone en tono filosófico, la locura de una ausencia, llamadas de todo tipo.

Regalos, besos y abrazos, velitas y palabras dulces, la torta de rigor y las promesas de dieta "mañana".


Al final..........el sol!!! Carajo, ¿a que horas se nos fue la noche?, ok ni modo, ahí quedaran las fotos que evidencian que he celebrado mi cumpleaños como debe ser.

miércoles, 11 de marzo de 2009

"Bogotá con aires de flamenco"

Bogotá tiene días en que amanece con cierto aire de melancolía, amanece gris con la lluvia caminando desde las montañas. Mañanas que podrían decirse tristes, pero que al mismo tiempo están llenas de una electrizante sensación, mañanas que asocio con un flamenco, uno de esos desgarradores que sacan lagrimas directamente del corazón.
Bogotá tiene mañanas donde su pobreza es más visible, donde los vendedores en los buses se ven más tristes y desamparados, donde el fenómeno del desplazamiento es más innegable, son esos días en que los noticieros dejan de darte risa y pasan a darte una inmensa ira, días donde la frivolidad duele de manera más profunda.

Son esos días donde el mundo se vuelve más mundo, donde salgo de mi cascaron de felicidad aprendida y piso de nuevo tierra, y es así, porque vivir en el cielo te hace perder la perspectiva, te hace perder el motivo de los pasos dados hacia el futuro, pierdes la brújula de la realidad y la remplazas por la brújula de las emociones, a veces engañosas y desmedidas.
Hay que amar esos días tanto cómo a los soleados y risueños, hay que amarlos porque gracias a ellos recordamos los miedos, esos que nos permiten transitar con más cuidado por las arenas movedizas de las verdades negadas, de la Colombia complicada y enredadora, son esos días con sus mañanas húmedas las que te permiten sintonizar tu corazón con el latir de un país que sufre, que tiene hambre, pero que sobre todo tiene rabia.

Hay días en que se me cruzan las emociones, los climas y las nacionalidades, hay días en que Colombia me sabe al flamenco de mi niñez, días donde me pesa la verdad, donde me duele que a otros no les duela, días que me llenan de motivos para bajar de las nubes y comenzar a cambiar de adentro hacia afuera.

martes, 3 de marzo de 2009

ABEJAS!!

Tengo un extraño zubido en la conciencia, hay algo que no me está dejando dormir, aleteos llenos de información que no comprendo.
No logro ubicar su procedencia, no se cómo acallarlo, no logro que esas abejas salgan de mi cabeza.
Podrían ser culpas no resueltas, cosas de las que se no soy absolutamente responsable pero que me duelen como propias, cosas que gracias a mi existencia no lograron seguir con su curso natural; amores inconclusos, tareas no cumplidas, miedos a encuentros y reencuentros futuros.

Todo son suposiciones , me lleno de motivos para tratar de comprender este huequito en el corazón, el dolor reflejo de un dolor ajeno e irremediable.

domingo, 1 de marzo de 2009

MI GENTE Y SUS COSAS

Cuando viví en Cali, conocí a algunos personajes que hicieron su camino de manera acertada, digamos que cada uno a su manera logró acceder a ese mundo maravilloso de los sueños cumplidos, algunos pasaron de estar sentados en un andén de Plaza Sésamo (nuestro amado bar) a cantar en conciertos, salir en programas, tener sus propias empresas, vivir en las ciudades que querían, viajar por el mundo,etc. Cada uno a su manera logró cristalizar sus deseos, ahora que la vida nos a separado siento curiosidad por si lograron con ello alcanzar la felicidad, o si por el contrario, se la siguen empeñando al siniestro futuro con planes a largo plazo.
Para la muestra, cuando lo conocí se llamaba Julio Navarrete, por efectos de publicidad quedó en Julio Nava, y ahora anda por ahí con medio apellido. Sobre su música, mmmmmmmmmm la mayoría es buena aunque cuando cantaba para Santa Sangre era mejor, pero no lo culpo, se hace lo que se puede con media identidad. Mentiras Julio es con mucho cariño, por aquí pondré un videito que me gusta mucho.

Esto es de hace más tiempo, cuando existía Santa Sangre, obvio no tiene vídeo (aparte de algunos en concierto) porque en esa época no eran famosos fuera de Cali, pero vale la pena recordarlo.